El lanzamiento de Tokio Hotel como banda fue un proceso muy estudiado. Posiblemente hablamos de una de los últimos proyectos musicales de envergadura en Europa del nuevo siglo. A la hora de plantear las bases, el Management era consciente que en Bill iban a recaer todas las miradas, pero con eso no bastaba. En todo grupo que se precie, el peso se reparte por lo general, entre el cantante y el guitarrista y en Tokio Hotel, no iba a ser diferente. El problema era que Tom, pese a ser gemelo de Bill, tenía una personalidad que como es normal, distaba mucho en todos los sentidos de ser la de su hermano. Fue idea de uno de los miembros del Management incluir en los Sets promocionales de prensa que enviaban a los medios, el alias de Tom como Sex-machine. De esa manera Tom tenía su propio personaje, al puro estilo Kiss, y un gran número de Fans se podía identificar con su rol en la banda de niño travieso.
El papel que le ha tocado desempeñar a Tom no es fácil, como tampoco lo es tener que crecer compartiendo apellido y cuna con alguien con la personalidad y el derroche artístico de Bill Kaulitz que por pura inercia fagocita y ensombrece todo lo que se ponga en su camino.
Tom es sin duda alguna el granujilla del grupo. El prototipo de chaval que siempre se sentaría tanto en clase como en las excursiones en autobús en la última fila. El eterno aspirante a listillo al que se le ve venir y al que sin embargo se le deja hacer, porque se le acaba descubriendo que hay mucho de impostura en esa actitud y que su timidez e inseguridad le delatan.
Aunque los focos siempre han apuntado a Bill, musicalmente Tom ha arrastrado mucha responsabilidad, cosa que por una parte le causaba muchos miedos y por otra le motivaba a trabajar de manera obsesiva. De los cuatro miembros del grupo, Tom es el que más ha avanzado en conocimientos y a día de hoy, su inseguridad en el escenario pierde fuerza y se empieza a destapar un Tom que puede disfrutar de los directos e interactuar con el público. En este sentido, está clarísimo que para Tom, lo mejor está por llegar.
La prensa y las consecuencias de la fama han sido los lunares negros en su corta trayectoria. Episodios como el de la gasolinera de Hamburgo, las viagras o sus encuentros con Chantelle Paige alimentaron e hicieron crecer la leyenda de “picha brava” que erróneamente se le ha atribuido.
Coleccionar zapatillas de deporte pasa por ser uno de sus principales hobbies. En una habitación guardaba cientos de modelos, la mayoría sin usar ya que sus desplazamientos nunca son a pie. La fama ha limitado totalmente sus movimientos. Le deseamos un poquito más de libertad en su nueva etapa en los USA y que siga siendo como es por los siglos de los siglos. Si alguien me presta un corazón, ten por seguro que te amaré doblemente.
